Si Hay Algo Sagrado
Si hay algo sagrado
ante lo que sin dudar me inclino
es ante el ser humano trastocado
por el resplandor ardiente de su dolor postrero.
El ser humano que sufre
en su soledad perdido
ilumina a todos
con el aura grave de su tortura,
con la mordedura cruel
de su sufrimiento inexplicable.
Ante él me postro, reverente,
y luego corro
y grito
y busco desaforado
una razón siquiera
de tanto desatino impío y ciego,
del martirio inútil
que a nadie ni a nada le aprovecha,
mientras él sigue ahí,
incrustado entre pliegues de acero,
laminado por la presencia perenne y fría del desconsuelo,
que se ceba en las carnes inocentes
de mis semejantes más pobres,
de mis pobres semejantes.